Acorazado Graf Spee Guerra Civil española

El Almiral Graf Spee, crucero pesado (Panzerschiffe) o «acorazado de bolsillo» de la clase Deutschland,    fotografiado en 1936. Bundesarchiv DVM 10 Bild-23-63-06.

En el archivo militar federal alemán de Friburgo [Bundesarchiv Militärarchiv Freiburg, en adelante BA-MA] se pueden encontrar dos álbumes de fotografías compilados por un anónimo marinero que sirvió en el acorazado Graf Spee[1]. Estos álbumes están llenos de instantáneas que recogen varios eventos que este marino consideró como relevantes dentro de las cuatro travesías que realizó[2]. Además de numerosas fotografías del barco y de su tripulación, los dos álbumes cuentan con numerosas imágenes de las ciudades visitadas por el acorazado. Como si de un catálogo de fotos turísticas se tratase, pueden verse instantáneas de un «monumento a Franco» en Cádiz, de un marinero frente a una mezquita en Melilla, de la playa de La Concha y la catedral del Buen Pastor en San Sebastián, y del puerto de El Ferrol desde el mar. La impresión que uno adquiere al contemplar estas instantáneas es la de que el marinero disfrutó de unas interesantes vacaciones, visitando numerosos puntos de la geografía española[3].

Sin embargo, en esta ocasión trataremos un poema que el autor de dichos álbumes escribió en uno de los mapas que detallaban las travesías a España. Este poema, con el título «Admiral Graf Spee» señala su particular visión acerca de las experiencias obtenidas durante su servicio. Analizando el escrito, obtendremos una muestra de la perspectiva y las vivencias de un marinero durante el conflicto español, lo cual nos servirá para mostrar cómo la Marina alemana intervino activamente en la guerra civil, siendo este uno de los factores que la historiografía generalmente ha ignorado.

Los versos dicen[4]:

Schiff ohne Anker, Schiff ohne Ruh

Schiff ohne Kutter, Spee da bist du.

 

Seht das Gespenst, wie es fegt durch die See,

so nennen die Spanier und gemeint ist der Spee.

 

Gibt’s war zu machen, gleich geht es in See;

it’s auch nur „Aragon” gekapert vom See.

 

Ablösung zur Stelle, Spee kann nach Haus;

aber die Enttäuschung, sie blieb auch nicht aus.

 

Nur fegt das Gespenst im Norden umher,

und ist bald in Ferrol und bald in Santander.

 

Schiff ohne Anker, Schiff ohne Ruh,

Schiff ohne Heimat, Spee das bist du.

 

[Buque sin ancla, buque sin descanso

Buque sin balandro, Spee ese eres tú.

 

Observa al fantasma mientras barre el mar,

así lo llaman los españoles y se refieren al Spee

 

[¿]Hay algo que hacer [?], inmediatamente va al mar,

sólo es el [mercante] Aragón secuestrado por el Spee.

 

Reemplazado en el puesto, el Spee puede volver a casa;

pero la decepción no duró.

 

Sólo el fantasma barre en la zona norte,

y tan pronto está en El Ferrol, como en Santander.

 

Buque sin ancla, buque sin descanso,

Buque sin puerto[5], Spee ese eres tú.

 

Buque sin ancla, buque sin descanso

Buque sin balandro, Spee ese eres tú.]

Al leer el escrito uno puede percibir una visión de aventura, de libertad, casi de piratería romantizada, que congenia con las fotografías turísticas de los álbumes. Ahora, la primera pregunta que nos asalta es, ¿por qué un acorazado de la Marina alemana navegó en cuatro ocasiones a aguas españolas durante la guerra civil, yendo de un lugar a otro, «tan pronto […] en El Ferrol, como en Santander»? Los motivos fueron varios. Como es bien sabido, el general Franco pidió al gobierno alemán que enviase material militar para colaborar en su lucha contra las fuerzas de la República. El dictador alemán aceptó esta petición, decidiendo además enviar un grupo de militares que sirviese en España a favor de la causa sublevada; la conocida Legión Cóndor[6]. No es tan conocido, empero, que tanto los suministros militares enviados a los militares rebeldes así como la Legión Cóndor, fueron transportados a España por mar. Para ello se hizo uso de buques de la marina mercante denominados «transportes especiales», siendo estos escoltados por los buques de la Marina militar, entre ellos, el Graf Spee[7]. Al mismo tiempo, varios buques germanos –entre ellos el ya mencionado acorazado–, fueron enviados a aguas españolas para evacuar a los ciudadanos alemanes que se encontraban en lo que las autoridades de este país consideraban zonas peligrosas, esto es, la España republicana[8]. Pero, como se puede apreciar, el poema del anónimo marinero no hace referencia a ninguna de estas misiones.

El Graf Spee en acción

La única referencia directa a una operación realizada por el acorazado se encuentra en la tercera estrofa, en la que se expone claramente el secuestro del mercante español Aragón. El escrito señala aquí la represalia que la Marina alemana llevó a cabo contra el tráfico mercante republicano en enero de 1937. Esta represalia fue la respuesta a la detención del mercante alemán Palos por parte de la Marina Auxiliar de Euzkadi, que internó el mercante en el puerto de Bilbao, donde se detuvo a un español indocumentado que viajaba en él, y se confiscó parte de las mercancías, las cuales se consideraron como contrabando de guerra[9]. Inmediatamente se sucedieron telegramas desde los cruceros alemanes Königsberg y Karlsruhe –que patrullaban la zona–, demandando la liberación automática del barco y su mercancía, que fueron respondidos por las autoridades vascas defendiendo su derecho a confiscar el material considerado como contrabando[10].

La reacción del gobierno alemán, que calificaron las acciones contra el Palos como un secuestro ilegal, consistió en dar orden a sus buques que navegaban en aguas españolas –bien evacuando alemanes o escoltando mercantes– de tomar mercantes republicanos como presa hasta que el cargamento sustraído del Palos y su pasajero español fuesen liberados[11]. Como resultado de esta orden, varios mercantes fueron secuestrados: el Sotón por el Karlsruhe, el Marta Junquera por el Königsberg y, como dice el poema, el Aragón por el Graf Spee[12]. Probablemente esta reacción se debió tanto a la beligerancia del régimen alemán contra el republicano así como una llamada de atención, un aviso para mostrar que ante una situación semejante el gobierno alemán, mediante su Marina, actuaría con fuerza. Esto se mostró meses después cuando dos bombarderos republicanos atacaron al acorazado Deutschland provocando 31 muertos y 75 heridos[13]. La respuesta alemana consistió en el bombardeo de la ciudad de Almería, en el que murieron 31 personas[14]. Es posible que el secuestro de los mercantes republicanos también se ordenase teniendo en mente la amenaza que podría suponer actuaciones semejantes para el sistema de «transportes especiales» que abastecía de material militar tanto a los militares sublevados como a la Legión Cóndor.

Este simple poema anónimo nos sirve como herramienta para dilucidar que el papel de la Marina alemana en la guerra civil española fue mayor y más importante de lo que la historiografía nos ha dado a entender, interviniendo a favor de la causa de los militares sublevados. Sin la colaboración de esta rama de las fuerzas armadas germanas, habría sido harto improbable que la Legión Cóndor operase en España. Hay que añadir, además, la presión que la Marina militar alemana ejerció al gobierno republicano, como en el caso del Aragón. De esta forma, los buques germanos se convirtieron en un útil medio a través del cual el régimen alemán intentó influir en el desenlace del conflicto fratricida español. El testimonio de este marino es, por tanto, valioso, pues gracias a él podemos ver su perspectiva del papel del Graf Spee como uno de estos agentes que influyó en la guerra, y abre nuevos caminos para la investigación, permitiéndonos una mejor comprensión del conflicto.

Notas

[1]BA-MA, RM 134/522 y 523.

[2]Las travesías sucedieron del 12 de diciembre de 1936 al 13 de febrero de 1937, del 1 de marzo de 1937 al 6 de mayo del mismo año, del 26 de junio  de 1937 al 7 de agosto del mismo año y del 6 al 19 de febrero de 1938. Estos movimientos están detalladamente señalados en mapas que el marinero diseñó, mostrando cada parada del buque y con fecha incluida. Se puede afirmar que ambos álbumes fueron realizados por la misma persona debido a la continuidad cronológica, estilística así como caligráfica.

[3]Esta perspectiva recuerda a la expuesta por Stefanie Schüler-Springorum en La guerra como aventura. La Legión Cóndor en la guerra civil española 1936-1939, Alianza, Madrid, 2010, pp. 160-163

[4]BA-MA, RM 134/522 La traducción en algunos versos es figurativa, no literal.

[5]La palabra alemana Heimat tiene una difícil traducción por ser un término difuso sin traducción directa a español. Si bien en numerosas ocasiones se traduce por «patria» o «país, tierra natal», el significado es más complejo ya que hace referencia a la relación entre el ser humano y un espacio que configura la identidad, mentalidad y cosmovisión de la persona. Dado el contexto del autor y del escenario descrito, se ha optado por el término «puerto».

[6]Para una narración detallada de la cadena de eventos que llevó a esta decisión: VIÑAS, Ángel. Franco, Hitler y el estallido de la Guerra Civil: antecedentes y consecuencias. Alianza, Madrid, 2001

[7]Sobre los «transportes especiales»,  ALPERT, Michael: La guerra civil española en el mar, Crítica, Barcelona, 2007, p. 164 y ss.

[8]Una aproximación a las evacuaciones de ciudadanos extranjeros durante la guerra civil: FRANK, Williard C., Jr.: «Multinational Naval Cooperation and the Spanish Civil War», Naval College Review, nº 47, pp. 31-46

[9]ROMAÑA, J. M.: Historia de la guerra naval en Euskadi, tomo 3, Amigos del Libro Vasco, Echavarri, 1985, p. 794. Copias del informe realizado por las autoridades vascas en el puerto de Bilbao, tanto en alemán como español, se encuentran en BA-MA, RM 20/1302, pp. 7-9

[10]Diario de operaciones del Karlsruhe, BA-MA, RM 134/63

[11]BA-MA, RM 94/48, p. 15 También se autorizaba atacar a cualquier submarino republicano sumergido que detectasen cerca de sus embarcaciones, así como a responder a cualquier ataque por parte de la Marina republicana.

[12]GONZÁLEZ ECHEGARAY, Rafael: La marina mercante y el tráfico marítimo en la guerra civil, San Martín, Madrid, 1977, p. 127 y ss.

[13]Diario de operaciones del acorazado Deutschland, BA-MA, RM 134/36

[14]QUIROSA-CHEYROUZE MUÑÓZ, Rafael: «La intervención alemana: el bombardeo de Almería», en GÓMEZ
OLIVER, Miguel Carlos, RUIZ-MANJÓN CABEZA, Octavio: Los nuevos historiadores ante la Guerra Civil
española, Diputación de Granada, Granada, 1990, pp. 175-186

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